Ejecución
Posición Inicial
- Comienza apoyando firmemente tus codos en el piso. Asegúrate de que tus rodillas estén flexionadas y tus pies separados a la anchura de los hombros.
Elevación de la Cadera
- Con un movimiento controlado, eleva la cadera lo más alto posible, asegurándote de mantener el control durante todo el movimiento.
Sostén y Contracción
- Al alcanzar la máxima elevación, sostén la posición. En este punto, enfócate en contraer firmemente los glúteos.
Regreso a la Posición Inicial
- Inicia el descenso de vuelta a la posición inicial. Importante: Evita que tus glúteos toquen el piso al bajar, manteniendo la tensión en los músculos.
Control de la Respiración
- Sincroniza tu respiración con el movimiento: Exhala mientras empujas la cadera hacia arriba e inhala durante el descenso. Mantener un patrón de respiración adecuado es crucial para la eficiencia del ejercicio.
Grupo muscular principal trabajado: Glúteos
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Consejo del Coach
Utiliza una toalla enrollada o un cojín pequeño entre tus rodillas. Al apretar la toalla o el cojín mientras realizas las elevaciones de cadera, no solo activarás más los glúteos, sino que también involucrarás los músculos internos del muslo. Esta adición simple pero poderosa puede ayudar a mejorar la estabilidad de tus caderas y rodillas, lo que a su vez puede llevar a un mayor control y eficacia del movimiento. Además, añadir este elemento te obligará a concentrarte más en la técnica, aumentando la conciencia corporal y el enfoque en los músculos objetivo.