¿Necesitas descansar 48 horas el músculo para volverlo a entrenar?

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Seguramente has escuchado que es necesario descansar 48 horas después de haber entrenado un músculo antes de volverlo a entrenar para que éste pueda recuperarse y crecer. Pero piensa en esto, si sólo haces una serie de 10 repeticiones de curl de bíceps el lunes, ¿necesitarías descansar 48 horas para volverlo a entrenar el miércoles? 

La respuesta es no, pues al ser poco el estímulo de trabajo del lunes, seguramente el martes podrías volver a hacer otra serie de bíceps pues éste ya se habría alcanzado a recuperar.

Lo que quiero mostrarte con este ejemplo, es que el tiempo de descanso de un músculo, no depende de un horario o tiempo en específico, sino del volumen de entrenamiento de la sesión.

El volumen de entrenamiento por sesión es la cantidad de series llevadas cerca del fallo que haces para un cierto grupo muscular en una sola sesión de entrenamiento. Si el volumen de entrenamiento por sesión es bajo, puedes trabajar ese músculo más seguido y por lo tanto descansar menos entre sesiones.

Si el volumen de entrenamiento por sesión es elevado, necesitarás dejar pasar más tiempo entre una sesión y la que sigue.

Para tener una idea de cuánto tiempo debes dejar pasar, simplemente sé consiente de qué tan recuperado está tu músculo antes de volverlo a entrenar. Debes de estar repuesto para volver a trabajarlo a una intensidad elevada. Si esto no sucede, deja pasar más tiempo para volverlo a entrenar o disminuye un poco el volumen de entrenamiento por sesión para que se alcance a recuperar.

Consejo del Coach
Aprende a escuchar a tu cuerpo. Después de cada entrenamiento, presta atención a cómo te sientes. ¿Tus músculos están todavía cansados o adoloridos? Si es así, dáles un poco más de tiempo para recuperarse antes de entrenarlos de nuevo. Pero si te sientes recuperado y listo para más, adelante con otro entrenamiento desafiante. Este enfoque personal y atento asegura que cada sesión sea lo más efectiva posible, reduciendo el riesgo de lesiones y fomentando un crecimiento muscular óptimo. La clave está en encontrar ese balance perfecto entre entrenamiento y descanso, ajustándolo a tus respuestas y necesidades individuales.

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